domingo, 20 de julio de 2014

Ayer

Ayer me di cuenta de que no podía esperar en casa ni un minuto para irme de acampada
cuando llegué... me di cuenta de que no importa si haces mil juegos  y actividades.. o si te apetece estar todo el día tumbado... mientras lo decidas con tus compañeros y lo lleves a cabo junto a ellos

Ayer me di cuenta que después del ratito de descanso viene el azogue de no poder estar sin hacer nada. De que vale cualquier excusa para sonreír y compartir lo que sabes con los demás... e incluso de que no hace falta ninguna excusa para hacerlo... ni para aprender lo que llevan las personas en su interior.

Ayer me di cuenta de que lo mejor de una comida acompañado... es la siesta de después... en la que no duermes... pero es casi como un sueño ver como un grupo de chavales comparten sus intimidades como si llevaran toda la vida haciéndolo... y de que te hacen formar parte de ello de una manera tan natural... que resulta increíble.

Me dí cuenta de que se te puede ir una tarde hablando de las primeras impresiones... y de hay que conocer a las personas, porque llegan a sorprenderte inmensamente cuando las conoces, me di cuenta de que hay gente muy valiente en el mundo que es capaz de expresar lo que siente de verdad, sin miedo a nada, de que hay abrazos que son inevitables, de que las lágrimas que más valen en la vida... son las que se vierten por la emoción de decirle a un amigo lo que es para ti.

Ayer me di cuenta de que cuando eres Scout, todas las diferencias entre unos y otros desaparecen, me di cuenta de que los más pequeños pueden demostrar una madurez infinita.

Me di cuenta de que me encanta conocer a las personas, y de que quiero hacerlo muy despacio, durante muchos años.

Ayer me di cuenta de que todos somos piezas de una máquina que funciona de maravilla... si la engrasas con confianza y buen humor... no necesita más que eso.

Me di cuenta de que se puede hacer una amiga sobre un frigorífico... y de que tras un poco de tristeza... solo vienen las sonrisas.

Ayer me di cuenta de que se necesita mucho tiempo para formar una familia, y que cuando menos te lo esperas, te haces consciente de que formas parte de ella.

Ayer me di cuenta de que tengo fuerza y valor para correr los san fermines al revés... si lo hago junto a  mis hermanos.

Me di cuenta de la suerte que tengo lo mucho que tengo que agradecer.

Ayer me di cuenta de que todo sale bien.












Sólo quiero que llegue mañana, y que estéís todos ahí para descubrirlo juntos.


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