viernes, 28 de junio de 2013

Cómo usar y mantener tu saco de dormir

Hoy vamos a hablar de un fiel compañero en nuestras noches de acampada, ya sea en tienda de campaña, refugio o vivac, siempre dormiremos en nuestro saco de dormir, este elemento hará que la temperatura de nuestro cuerpo se mantenga adecuadamente para poder dormir bien y recuperar energía para el día siguiente.
A continuación os dejamos algunos consejos para obtener el máximo provecho del saco de dormir y cómo mantenerlo para que nos dure el máximo tiempo posible.

¿Cómo dormir en el saco?
Lo primero es preparar el lugar donde vamos a extender el saco de dormir. Para ello utilizaremos una esterilla aislante o un auto hinchable, para así evitar el contacto directo con el suelo, ya que perderíamos mucho calor. Todo lo que podamos interponer entre el suelo y el saco nos hará estar más calientes.

Una vez preparado el aislante, sacaremos el saco de dormir y lo agitaremos bien para que se vayan separando las fibras o las plumas y éste aumente de volumen.

A la hora de introducirnos en el saco ;es muy importante que la ropa que tengamos puesta se encuentre completamente seca, ya que la humedad hace que el frío aumente dentro del saco. También debemos introducirnos en él mientras aún nos encontremos con una temperatura corporal agradable, ya que si lo hacemos con una sensación de mucho frío nos costaría más entrar en calor. Recuerda que somos nosotros los que calentamos el interior del saco de dormir, y no al revés. Tomar una sopa o infusión caliente nos ayudará a recuperar el calor corporal antes de introducirnos en el saco.

La cantidad de ropa que usemos dentro del saco es una elección personal, ya que cada uno se comporta de manera diferente, y así tendremos que ir probando hasta encontrar la combinación que más a gusto nos haga estar.

El uso de un saco sábana es recomendable para evitar la suciedad en el interior del saco de dormir, además de aumentar en unos 5ºC la temperatura del interior en noches de mucho frío. Puedes preguntar a tus scouters acerca de este elemento.



La cabeza es un punto de nuestro cuerpo por el que perdemos gran parte de calor, por tanto, se trata de una parte importante que tendremos que abrigar por medio de la capucha del saco. Además, el uso de un gorro de lana podría ayudarnos en esta labor.El último paso es cerrar la cremallera, ajustar el collarín y la capucha, e intentar descansar lo máximo posible para estar como nuevo al día siguiente. Podemos aprovechar la mochila o cualquier otra prenda externa y usarla como almohada para dormir mejor. Y si el calor aumenta demasiado, siempre tendremos la oportunidad deabrir un poco las cremalleras para dejar escapar el calor acumulado.

¿Cómo recoger y transportar el saco de dormir?
Lo más importante a la hora de recoger el saco de dormir tras su uso es que éste se encuentre completamente seco. La recomendación es airearlo lo máximo posible antes de guardarlo en su funda. es importante no doblarlo al guardarlo, ya que es el proceso que más daña las fibras o plumas del saco. Por tanto, lo haremos siempre de una manera diferente, empujándolo a puñados en el interior de su funda sin seguir ningún patrón específico de doblado. Usaremos la funda de compresión únicamente durante el transporte del saco en rutas, y nunca para almacenarlo en casa.
Para transportarlo, es importante que su funda sea impermeable, por si nos llueve o nieva y a nuestra mochila le entra agua.

¿Cómo limpiar y guardar el saco de dormir largas temporadas?
El proceso de limpiado es muy delicado. Os recomendamos que leáis la etiqueta o instrucciones del saco para saber cómo hacerlo.
Lo que sí podemos hacer sin temor a dañar el saco es limpiar con un paño húmedo el exterior del saco, o con algún jabón que no contenga detergentes ni lejías. A continuación lo dejaremos secar y airear lo máximo posible, incluso después de cada uso, antes de guardarlo. También tendremos cuidado de no dejarlo expuesto al sol directo durante todo ese tiempo.
Para guardarlo una larga temporada, lo más importante es no mantenerlo dentro de su funda de compresión. A ser posible, siempre debemos guardarlo colgado extendido en un armario. Siempre completamente seco y lo más limpio posible.

El truco para los frioleros…


Si la noche es muy fría, siempre se puede llevar en la mochila una bolsa de agua caliente y prepararla para meterla en el saco un poco antes de acostarnos, este remedio de la abuela permitirá que nos metamos al saco bien calentito y ayudará a pasar la noche.
Seguid todos estos consejos y tu saco será tu mejor amigo y lo conservarás mucho tiempo.
Siempre Listos

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