Buenas a todos!
Hoy vamos
a relatar lo acontecido en el Vivac del pasado viernes, nuestro primer vivac
del veranito, esperemos que se repita pronto.
Comenzamos
con una marcha a media tarde desde la Plaza de la constitución, se vieron 7
mochilas por las calles de socuéllamos, los intrépidos aventureros fueron.
Chicha,
Rober, Luis, Raúl representando a la Tropa; Sergio de parte de los Pioneros y
como no… Juanlu, Luis y Borja, los “responsables”
Bajo el
calentito sol emprendimos la marcha hacia el Pinar, tras una horita andando,
llegamos a la esperada sombra.
Es entre
los pinos donde nos sentimos a gusto, una vez allí, descargamos el equipo y
mientras merendamos, decidimos que hacer durante la tarde.
Lo
primero fue construir los refugios donde íbamos a hacer el vivac, nos bastó con
unas rafias y unos metros de cuerda.
Fueron
dos los refugios que se hicieron, uno para los pioneros y los Scouters, y otro,
que la tropa decidió montar más alejados, y bueno, fue un megapalacio lo que
hicieron en un ratito.
Una vez
montado todo, y dispuestos los sacos para la noche, Rober se proclamó cocinero
y se encargó de encender la cocina y de mantener el fuego listo para poder
cocinar.
Cada
uno se cocinó como pudo su cena, no debemos olvidar el sacrificio de una salchicha
de luis a Ani Kuni, nuestro espíritu del Fuego jejejeje
Mientras
cenábamos llegó Pedro Jesús para acompañarnos a dormir con nada más y nada
menos que su equipo de vivac, el parasol de su coche, fue todo un ejemplo de
supervivencia y adaptación jejej.
Juanlu
tuvo un gesto muy bueno, que fue alimentar a Chicha, ya que el muchacho vino
sin agua y sin comida
Tras la
cena llegó el momento de las nubes, que nos trajo el señor Enrique (papa
churri) y que todos doramos en el fuego y ofrecimos a nuestros paladares.
Pasaron
las horas entre charletas y risas, hasta que llegó el momento en que decidimos
levantarnos para contemplar el cielo y aprender algo sobre las estrellas.
Regresamos
a la cama para seguir contándonos cosillas y poco a poco fuimos cayendo en
brazos de Morfeo.
A la
mañana siguiente nos despertó el sol y nos dispusimos a desayunar y a recoger.
Una vez
dejamos hubiéramos llegado todo tal y como lo habíamos encontrado, nos
disponíamos a emprender la marcha cuando tuvimos la última visita!
Vinieron
los padres de Sergio justo a tiempo para hacernos esta magnífica foto
Después
nos cargamos las mochilas y bajo el sol de la mañana volvimos a andar nuestros
pasos de la tarde anterior para regresar al pueblo.
En
resumen, una acampada muy chula en la que todos nos lo pasamos bien, con
nuestros ratitos de trabajo, y los de relax.
Nota:
Hemos batido el record mundial de botijos por hora, con la increíble marca de
bebernos entre todos un botijo cada hora y 10 minutos jajajaja
Esperemos
que pronto podamos repetir esta experiencia
Un saludo
y hasta la próxima
Siempre
Listos!!!